viernes, 15 de julio de 2011

Sed de Victoria

¿Cómo define América Latina?

Es una tierra de encuentros de muchas diversidades: de cultura, religiones, tradiciones, y también de miedos e impotencia. Somos diversos en la esperanza y en la desesperación.
El gran Eduardo Galeano, el latinoamericanista y escritor más consciente que tiene estas tierras, soltó esa definición total de lo que es América Latina. Hoy el mundo vuelca su mirada sobre una región de ella: el Sur; región inexistente para cualquier otra cosa menos para el fútbol, donde es referente. Quizá la evolución del juego haya hecho a los sudamericanos víctimas de la misma, ya que pocos tratan de conservar los valores del espectáculo previamente expuestos en sacrificio de un nivel futbolístico y competitivo mayor. Así ha sido la Copa América que se disputa al sur del continente. La antesala estuvo plagada de sorpresas, ahora empiezan los cuartos de final, donde las distancias serán mucho más cortas de lo que fueron en los grupos. Mientras llega el knockout, se logra destacar ciertas claves futboleras, en cuanto a contexto, equipo y jugadores, que marcaron la primera fase.

Las Dos Américas del Sur
Históricamente, el fútbol en esta región, siempre ha sido propiedad del cono sur. Argentina, Brasil y Uruguay son los grandes del continente, tanto a nivel de clubes como de selecciones. Entre los 3 suman 9 Copas del Mundo, 45 Copas Libertadores, 21 Intercontinentales, 6 Sudamericanas y 3 Mundiales de Clubes. En la Libertadores, solo Olimpia de Paraguay (corazón de la región) pudo romper la hegemonía del sur y en los Mundiales, el Perú de Cubillas fue el que dio la cara de la otra moneda de estas tierras. El fútbol de la parte baja de la región, ha sido muy diverso: el romanticismo argentino, el jogo bonito brasileño y la garra uruguaya; pero los países del norte se desprendían de la misma raíz futbolística. Colombia y Perú siempre intentaron darle alegría al asunto. El toque y el conjunto fueron las premisas que le dieron años de buen juego a dichos países y de los cuales nacieron Ecuador y Venezuela. Sin embargo, en los últimos años, todos incursionaron en nuevos aires futbolísticos. La verticalidad y el físico propendieron en los vecinos, Perú busca soluciones a partir de la táctica y Colombia articula todo ello en un solo conjunto. Hay que competir para sobrevivir, y eso lo tiene claro el cono norte.

Dos líneas de cuatro para desafiar a la élite
Dado lo anterior, para poder desafiar a la dictadura del cono sur, el 4-4-2 en línea ha sido el sistema de la presente Copa América. Bolivia, Paraguay y Venezuela,  han tenido este esquema como base a lo largo de la fase de grupos. Igualmente, Chile, Colombia, Ecuador y Perú en pasajes o en alguno de sus partidos lo utilizaron. Paraguay y Venezuela han sido las selecciones que mejor provecho han sacado de esta disposición. El sistema en cuestión permite ocupar el terreno a lo ancho del campo, permite el juego en parejas ya que hay dos jugadores por cada posición y las ayudas están mejor repartidas.

El conjunto del Tata Martino está basado en el despliegue físico. Uno de los inconvenientes del 4-4-2 es que si no hay coberturas y permutas defensivas/ofensivas eficaces, el equipo estará desequilibrado, sobretodo, porque Paraguay es un equipo de pressing agresivo para recuperar el balón y que le cuesta correr hacia atrás. Los guaraníes son un equipo corto y bastante compacto, que permite recorridos relativamente cortos. No hay grandes distancias entre líneas, las cuales están sincronizadas y se mueven en bloque tanto en la fase defensiva como ofensiva. Martino usa dos centrocampistas, donde Riveros es la referencia de la línea defensiva a la hora de presionar y Ortigoza es el vértice ofensivo donde la posesión se mantiene en campo contrario. En las bandas están dos jugadores con manejo del fuera-dentro y el fuera-fuera con el respectivo automatismo del lateral.  Aquí sobresale Marcelo Estigarribia, jugador con regate, velocidad y llegada que le da el plus a la albirroja que hasta el momento no le ha podido dar Lucas Barrios.  El uso de dos delanteros centrales, vacía el pedazo de campo, que este servidor conoce como “la zona del 10”. Santa Cruz y Barrios se escalonan la posición constantemente, tratando de activar dicha zona, aunque dada la poca creatividad de ambos, dicha zona no es muy bien aprovechada y por momentos queda muerta.

Venezuela es un equipo más ortodoxo. Los de Farías no realizan movimientos posicionales vertiginosos como los guaraníes y varían más el juego interior con el de bandas. La punta de lanza es Oswaldo Vizcarrondo, el mejor central de la copa. Posee una muy buena salida de balón y respetable timming a la hora de presionar y cubrir lo que le permite influir de manera correcta en la zona de interiores así como a lo ancho de los ¾ de terreno de la mitad de su equipo. La Vinotinto también busca ahogar al rival con la presión que realizan Franklin Lucena y Tomás Rincón. Este último, un centrocampista bastante hiperactivo pero de buena capacidad técnica, desde allí maneja el mediocampo con la ayuda de César “El Maestrico” González, el volante externo derecho que cierra su posición a la de interior, dotando de más calidad la posesión y dejando el carril a Rosales.  Igualmente, en el otro costado Juan Arango suele abrir más el campo que González, aunque no tiene problemas en cerrar su posición y transformar al equipo en un 4-2-2-2 cuando se requiera. A diferencia de Paraguay, los vecinos logran activar la parcela central de la zona de aceleración con la incursión de los dos volantes externos cuando se adentran, además de desprender a uno de sus atacantes-Fedor o Maldonado-a banda mientras el otro está entre los centrales, tareas que realiza mucho mejor Salomón Rondón, futbolista con rol de jugador #12 en esta selección.

La soledad del ‘9’
Por último, destacar la posición del killer que algunos equipos adoptaron en la lucha por el mediocampo. Felipe Caicedo, Radamel Falcao, Paolo Guerrero, Marcelo Moreno Martins y Alexandre Pato han sido los jugadores que han marcado esta Copa América en cuanto al delantero centro se refiere. Caicedo y Martins fueron los únicos argumentos que tuvieron las decepcionantes Ecuador y Bolivia. El primero, impuso su fuerza física para poder habilitar una segunda jugada que nunca llegó por parte de La Tri, en cambio, el segundo, tuvo una tarea más de oxígeno aprovechando su juego de espaldas y referencia en juego aéreo  que tampoco dio frutos. Paolo Guerrero y Alexandre Pato, estuvieron más móviles en este sentido, cayendo a banda con frecuencia y realizando diagonales cortas  han sido de lo mejor en esta copa. Finalmente, el premio se lo lleva Radamel Falcao. El colombiano ha sido el mejor jugador de Los Cafeteros durante estos tres partidos. Es toda una enciclopedia de cómo jugar de 9. Su lectura de espacios y juego aéreo lo posicionan fácilmente entre los 3 mejores delanteros del mundo.

El 16 vuelve la Copa, los cruces están definidos. De los 8 equipos, hay 6 potenciales campeones. La competitividad estará al máximo. A medida que avanzan las rondas, las distancias son más cortas y el Vespucio Liberti espera a los mejores. Esto es América.


*Derechos de autor de la imagen

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