lunes, 7 de marzo de 2011

La Escuela Francesa: primero la elegancia

Cada país del globo es diferente. Cada país tiene su idioma, su forma de hacer las cosas, sus costumbres, sus virtudes, sus defectos, su forma de jugar al fútbol. Todo son estereotipos. Los brasileños juegan así, los alemanes así, los africanos de esta forma, y un sin fin de esquemas mentales.Viajamos al occidente europeo, más precisamente a su parte latina. Llegámos a Francia. El país de los buenos modales, a etiqueta, los vinos, los quesos, los panes, los perfumes, el romanticismo, la cultura, la elegancia.

El fútbol francés podría decirse que "empieza" con la trío Fontaine-Kopa-Piantoni en el Mundial del 58. 19 Goles, 13 de Fontaine. Eran los favoritos gracias a su demoledora cifra goleadora de 15 goles en 4 partidos, hasta que se toparon  en semifinales con el Brasil de Garrincha, Pelé, Vavá y Didi, que los envió al partido por el tercer puesto, en donde vencerian 3-6 a los Alemanes. Desde ahí tuvieron que pasar 24 años para que Francia volviese a estar en la retina popular con base a un Mundial. 

Jóven de 26 años, hijo de inmigrantes italianos, con un look más cercano al de una estrella de rock que a la de un futbolista, cabello desarreglado, colgajo de oro, medias bajas y la 10 a la espalda. Jugaba en el Saint-Etienne. Un nombre hasta artístico y glamuroso: Michel Platini. En el '78 había dejado destellos de calidad, pero necesitó socios.  Junto a Platini, Giresse, un mediocampista 8 y Tigana un 5 maliense, ambos del Bordeaux, junto con Luis Fernandez, que se uniría 2 años después conformaron el Carré Magique (que traduce "Cuadrado Mágico"), aquel que puso a Francia en la élite de nuevo. La pelota al piso. Esa era la filosofía. Los apodaban los suramericanos de Europa. Con Platini al mando, llevaron a Le Blues al cuarto puesto en España 82. Dos años después, llegó su momento. En la Euro 84 jugada en el país del gallito. Con 9 goles (record) Michel le daba a Francia su primer título internacional y 2 años después, tercer puesto en Mexico 86. Era un 10 goleador. Parecía destilar gotas de perfume cuando trotaba en el campo con su cabeza en alto y la espalda erguida.  Medio gol cuando cobraba un tiro libre. 3 veces Balón de Oro. Presidente cuestionado de la UEFA. Iniciaba una escuela. 

Platini luego fracasaría como DT de la selección francesa. No clasificó a Italia 90 y se fue en primer ronda en la Euro 92, pero coorganizaría la Copa del Mundo del '98 en su tierra natal, pero el verdadero protagonista fue otro. Jugaba en el Bordeaux pero no era determinante. Se fue a la Juventus como Platini, aunque su 10 tenía dueño: Pinturicchio, le dieron la 21. Alto, un poco desgarbado, con inicio de calvicie, medias bajas (parecía signo distintivo de elegancia) y de origen argelino: Zinedine Zidane. Gracias a él, el mundo conoció la versión más bella de una ruleta o la marsellesa como le llamaban. Con un equipo multicultural  y de la mano de Zizou con 2 goles en la final ante Brasil, lo que Platini no logró en su tiempo, lo lograba el mago francés. El primer titulo del mundo para Francia, y 2 años después la Eurocopa con Zidane como mejor jugador. Un año después, Florentino Perez, un empresario español, presidente del Real Madrid, el club del siglo XX, inició el nuevo siglo de la mejor forma. 76 millones de euros, el fichaje más caro de la historia en esos momentos, costó darle al club español, la novena sinfonía del madridismo y la magia hecha fútbol. Si Platini destilaba perfume, Zidane destilaba elegancia. Cada paso era una oda al buen gusto. Sus pases eran un viaje al Louvre. En el 2002 ni en el 2004 brilló, pero nos dejó su último chispazo de magia en el 2006, a pesar de Domenech. 

En el 2010, Domenech seguía al mando de Les Blues por desgracia. Dejando la peor imagen de Francia en un mundial. No solo por juego, en el cual no había un jugador con calidad diferencial, sino por imagen, un equipo dividido, que odiaba a su entrenador, el cual generaba mal gusto el solo verlo y que no jugaba a nada. Con su ida, llegaría Laurent Blanc, otro legionario del 98; este le ha devuelto el honor a la selección francesa. Ya no hay 10, Gourcouff no da la talla todavía, pero se combina velocidad con clase. Con Ribéry y Malouda como la voz de la experiencia, llegan Nasri, Benzema, Briand, Menez y Diaby. Todos estetas. Algunos desesperan al momento de solucionar como Karim, pero se le agradece tratar embellecer la jugada. Otros parecen toscos como Diaby pero solo es cuestión de darle el balón. Briand y Nasri aportan la velocidad, así como Menez el último pase. En la Euro 2012 veremos otra Francia. Ahora no juegan con su ritmo pausado, pero la elegancia sigue intacta.


*Derechos de autor de la Imagen 

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